04/02/2017 - http://www.eldiario.es
Hace casi seis años, el 14 de febrero de 2011, Pablo Fajardo Mendoza consiguió una cosa impensable tiempo antes. Chevron Corporation, la segunda petrolera de EE.UU, fue condenada a pagar nada menos que 9.500 millones de dólares por contaminación masiva a los pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana. Toda una multinacional derribada en los juzgados de Lago Agrio (Ecuador) por el empeño de este abogado en denunciar un daño medioambiental y personal a la altura del de Chernobil o el más reciente de BP en el Golfo de México.
Su lucha viene de mucho tiempo atrás, casi tanto como el que parece que le queda por delante para que la sentencia se ejecute y se repare el perjuicio causado. Una suerte de justicia imposible que dura un... Leer mas
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